jueves, noviembre 17, 2016

Duodécimo libro 2016: "Matar a un ruiseñor", de Harper Lee.

Normalmente primero leo el libro y luego veo la película pero por razones cronológicas no me leí el libro en su época y aunque sólo sea por las veces que la han puesto en la tele he visto la película varias veces antes de tener contacto con el libro, y como cada vez que la veo me gusta más, cuando encontré el libro en el Carrefour a módico precio lo compré de inmediato aun temiendo que no pudiera imaginarme otro Atticus Finch que no llevara la cara de Gregory Peck y la voz de su doblador al castellano (por cierto el mismo que el de Cark Gable). Pero como pasa siempre que un libro es bueno disfruté muchísimo leyendo y no me importó en absoluto seguir imaginándome a Gregory Peck por las páginas del libro.
Tanto el libro como el principio de la película están narrados por Jean Louse Finch, una niña de seis años a quien todo el mundo llama Scout. Vive con su hermano Jem con el padre de ambos, un abogado del sur viudo llamado Atticus Finch a quien encargan la defensa de un acusado de violación. La película está muy centrada en el juicio, no en vano es una de las mejores películas de juicios de la historia del cine, pero el libro nos introduce, desde el punto de vista de la niña, en la vida del pueblo, las experiencias en la escuela, el vecindario, cómo ve los conflictos subyacentes, la discriminación racial (el acusado es negro y la supuesta víctima blanca), la pobreza, aspectos morales, las armas, las normas... y las relaciones con su padre al que tanto ella como su hermano nombran por su nombre de pila.
El tranquilo verano de Scout con su hermano y su amigo y medio noviete Dill intentando hacer salir de casa a Boo Radley, sobre el que cuentan historias para asustarse, se ve interrumpido por las repercusiones que la defensa de un negro por parte de su padre tiene tanto en el pueblo como en la propia vida de los niños. 
La protagonista, inteligente, belicosa, luchadora, que nunca se queda con dudas ni deja una batalla por pelear, nos va haciendo ver qué pasa en el pueblo, sufriendo cuando oye llamar a su padre "aficionado a los negros" o le cuentan que "defiende a los cafres". Pero es una niña especial y tiene un padre muy, pero que muy especial, que ha educado a sus hijos de forma diferente permitiéndoles preguntas y dándoles respuestas.
La historia principal de la que se ocupa la película aparece más tangencialmente en el libro: una mujer blanca denuncia a un joven negro de haberla agredido y violado y parece que todo el pueblo no tiene dudas al respecto y sin buscar pruebas parece que lo ha condenado antes del juicio, mientras Atticus intenta desempeñar su trabajo de abogado de forma honesta y creyendo en el principio de presunción de inocencia y en la búsqueda de la justicia por encima de los prejuicios raciales que imperan en el pueblo.
Ante las preguntas de su hija asegura que "si no lo defendiese no podría caminar por la ciudad con la cabeza alta" y le explica que "por la misma índole de su trabajo, todo abogado topa durante su vida con un caso que le afecta personalmente" y le aclara "éste es el mío, me figuro". Sabe que puede no ganar porque lucha contra prejuicios antiguos y contra la forma de pensar del pueblo pero le asegura que "el que hayamos perdido cien años antes de empezar no es motivo para que no intentemos vencer".
Como me imagino que casi todo el mundo ha visto la película sabréis cómo acaba y cuando lees el libro este conocimiento hace que el final parezca previsible pero el libro está muy bien escrito y trata otros muchos aspecto de la vida de la sociedad campesina del sur americano en la depresión: la existencia de pobres que por soberbia no aceptan ayuda, las relaciones con el servicio negro, las diferentes iglesias, la perspectiva de los negros (por ejemplo a través de Calpurnia, la cocinera de Atticus, y de la gente de la iglesia a la que pertenecen tanto ella como el acusado), la dignidad del ejercicio de mi profesión, el sistema educativo, la paternidad responsable... 
Me llama mucho la atención el tema de la escuela y los sistemas educativos. Scout aprendió sola a leer y la maestra le regaña por ello ya que el sistema que se está implantando en su centro no permite que una niña tan pequeña lea ni escriba. Ella tiene un conflicto enorme porque lee sobre las rodillas de su padre, y quiere seguir haciéndolo, pero no desea tener problemas con la maestra. Además practicaba la escritura sin querer cuando la cocinera para que no la moleste le hace transcribir el alfabeto y versículos de la Biblia. 
La niña se aburre en clase con "el sistema decimal Dewey" que según ella "consistía, en parte, en que la señorita Caroline nos presentara cartulinas en la que había impresas palabras" sin esperar ningún comentario por parte de su alumnado. Me ha recordado cuando en Quero regañaron a mi prima Adori porque mi tío Alejandro había enseñado a leer a su nieto y también la forma en que yo aprendí a leer y a escribir con mi padre dos años antes de comenzar la escuela. Aunque a mi no me regañaron por ello, sino que solucionaron el problema de que acabara las cartillas y el parvulito sin despeinarme a mitad de curso haciéndome llevar libros de mi casa para seguir leyendo otras cosas. Y hasta hoy.
En fin, que recomiendo el libro, y la película también y comparto un par de escenas.

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