Recomiendo el último libro de José Antonio Marina, escrito junto a Mª Teresa Rodríguez de Castro, pero no como libro recomendado por sí mismo. Me explico: como libro no es terriblemente bueno (por lo menos así me lo parece a mí). Utiliza el subterfugio de una supuesta agencia de detectives ("Mermelada & White) que se dedica a realizar investigaciones sobre "asuntos políticos, filosóficos o culturales relevantes" (lo entrecomillo porque es cita literal de la introducción del libro), agencia de la que es jefe José Antonio Marina y para quien trabaja como empleada Mª Teresa Rodríguez de Castro a la que pide que investigue sobre una asociación cultural fundada en Madrid a principios del siglo XX relacionada con la red internacional de Lyceums y de la que María Teresa León (con la que estuvo casado Rafael Alberti) decía que no era una reunión de mujeres de abanico y baile sino que "se habían propuesto adelantar el reloj de España".
Ya digo que la fórmula literaria del libro y la prosa del mismo no me han enamorado especialmente porque podría haber resultado mucho más ameno y, ya que adopta la idea de una investigación detectivesca, haber incluído la intriga entre sus páginas. Ahora bien, me ha puesto en contacto con el punto en común que tenían muchas de las mujeres que protagonizaron la avanzada por la igualdad de sexos en el siglo XX, muchas de las que ya conozco parte de su biografía por haberla glosado en mis Dulcineas del mes y otras que tengo "en la recámara". Que mujeres como María de Maeztu, Victoria Kent, Clara Campoamor, María Teresa León, María Lejárraga, Elena Fortún, Isabel Oyarzábal, Zenobia Camprubí y otras muchas fueran socias del mismo liceo, estaba sin mi. Y ahora saldrá la lista o el listo que diga que ya lo sabía, pues ¿qué pasa? Una reconoce sus déficits de formación, totalmente explicables por otra parte si atendemos al hecho de que todas estas mujeres fueron ya criticadas en su época y sobre muchas de ellas se "corrió un tupido velo" de olvido que hace que la Secretaria del Ayuntamiento se queje diciendo a las Dulcineas que elegimos no las conoce nadie. Y en muchos casos puede hasta llevar razón, que seguro que no aparecen en el "Ramillete de mujeres universales" que alguien conserva como ejemplo de reconocimiento de las mujeres en la historia y que fue libro de texto "sólo para niñas" durante los años sesenta.
He disfrutando buscando datos paralelos sobre las mujeres de las que habla el libro pero me ha resultado penosa la sensación de frustración que me sobrevuela al comprobar que cuando se adelanta un paso hacia la mejora de la situación de la mujer, el rodillo patriarcal no sólo frena el avance hacia la igualdad sino que hace retroceder la cuestión mucho más atrás del punto de partida. Y llevo un tiempo con una sensación de estancamiento, freno y amenaza de retroceso que no se me quita de la cabeza. Esperemos que los malos augurios se queden en eso.
2 comentarios:
Solamente una curiosidad que no viene al caso de esta entrada. No veo el icono del runrunete que daba acceso al blog del Run Run. Lo entiendo, después de los últimos acontecimientos, ya no te merece atención.
Estuve intentando remodelar el apartado de enlaces para que no ocupara tanto espacio y no acabé de hacerlo, así que me imagino que me lo cargué sin querer. Pero, ya que dices, ¿qué acontecimientos han acontecido, que no me he "enterao"? ¿Ha pasado algo con el Run Run? Me refiero a algo más que el hecho de que estéis siempre a farolazos, claro.
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