Dirijo a ustedes la presente tras engullir una mezcla de alimentos que van desde el plato nacional rumano al mostillo, pasando por un pastel de hígado ucraniano, un tamarindo ecuatoriano y unas migas de pastor, todo ello remojado por un vinillo blanco toboseño. Así que os podéis imaginar que no estoy para escribir mucho. Nos lo hemos pasado bien. Si tengo un rato luego hago un resumen.
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