El pasado día trece falleció Loyola de Palacio, una de las mujeres que ha ocupado cargos más importantes tanto en España como en la Unión Europea y que además lo fue casi todo en su partido (menos candidata a la presidencia, que no hay forma que se cuele una mujer en ningún partido del color que sea).
Que a la muerte de una persona se hable bien de ella no es extraño, pero poner de acuerdo a todo el elenco político español sobre algo y sobre todo para ensalzar a una persona dice mucho de la valía de Loyola.
A mí me caía fenomenal; una mujer que era capaz de entenderse en siete idiomas y que fue capaz de hacer que Fishler se pusiera las botas y bebiera aceite en un olivar español; una señora que ocupó cargos tradicionalmente reservados a hombres con una solvencia y una entrega que no conozco a nadie que tenga. Además se le quedaba a la pobre la raya del pelo como a mí cuando no me tiño y eso me hacía sentirla más cercana.
No puedo ser objetiva con su biografía, así que si queréis ver una resumida podéis consultar en la Wikipedia.
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