Ayer estuvimos en Alcalá de Henares comiendo con unos amigos y me llamó la atención el gran número de mujeres que ejercían la prostitución a ambos lados de varias de las carreteras por las que pasamos e incluso algún coche que se cruzaba de forma peligrosa para apartarse en un camino en el que había varias. Ninguna de las que vi parecía tener ningún vehículo cerca y no estaban en las proximidades de ningún núcleo habitado por lo que resulta claro que alguien las lleva allí y las “reparte”. Y si hay tantas, debe ser habitual que presten sus servicios, con lo que debe haber muchísimos hombres que tengan por costumbre ese tipo de relaciones sexuales, lo que me pareció aberrante, no solo por lo que de explotación de esas mujeres supone sino también por las condiciones higiénicas y de abandono. No me pareció que ninguna de ellas estuviera allí por gusto ni que la clientela que pudieran tener les garantizara un trato que no fuera degradante y que además estaban expuestas a todas las amenazas posibles, incluida la de las inclemencias del clima porque no llevaban prácticamente ropa y no había muchos sitios donde resguardarse, por ejemplo, si llovía. Daban mucha pena y rabia de no poder hacer nada para remediar esa situación.Hoy mirando en la web del Instituto de la Mujer he visto que coincidiendo con el debate en la Comisión Mixta Congreso Senado sobre si se regula o no el ejercicio de la prostitución como actividad laboral, Médicos del Mundo ha colgado en internet una muestra fotográfica que lleva por título “Mujeres de Vida Alegre”. Son 48 fotografías de Salvador Campillo que plasman el testimonio de cuatro mujeres que ejercen o han ejercido la prostitución, que creo que dejan bastante claro que la prostitución no es sino una forma de explotación de las mujeres. Se puede ver on-line en esta dirección:
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