jueves, mayo 24, 2007

Pues no era nada el agua de ayer por la mañana.

Cuando el agua presenta sus escrituras no hay nada que hace nada más que abrirle paso para que pueda discurrir por donde tradicionalmente lo lleva haciendo siglos. La tormenta de Miguel Esteban y Campo de Criptana acumuló agua sin conocimiento y en mi pueblo estabamos esperando. Mejor no comentar las causas pero el resultado tardaremos mucho en olvidarlo, si es que podemos. Otra vez, como hace 20 años nos hemos inundado. Creo que va siendo hora que alguien se plantee buscar una solución al problema.



1 comentario:

Tretitajarba dijo...

Aparte de los cuidados y mantenimientos por parte de los ayuntamiento, el problema es sin duda que se construye donde no se debe. Simplemente, por que la Naturaleza, sobre todo con el agua, es quien debe dar los permisos.
Y ocurre en todos lados.