jueves, mayo 08, 2008

El Toboso otra vez de fiesta.

Por si no habéis tenido bastante con el puente de mayo y ya se os han olvidado las Jornadas Cervantinas, este fin de semana El Toboso vuelve a estar de fiesta: se celebran cultos y festejos en honor del Santísimo Cristo de la Humildad y, mira por donde, he aprendido hoy una palabra: ranra.
Me he traído el programa del bar de Angelines y estaba hojeándolo mi compañera cuando, leyendo del revés, me ha llamado la atención la palabreja y he preguntado qué era lo que a las 12 de la mañana del día 10 de mayo amenizaba la Banda de Música con carácter previo al "espectacular baile de gala". Ninguna de mis compañeras ha sabido explicarlo ni saber si había que ir de tiros largos o se podía ir de trapillo, así que he recurrido a nuestra Concejala para que nos ilustrara al respecto. Me ha explicado que era algo parecido a lo que en mi pueblo y en otros muchos de la zona se conoce como el "puñao" y que suele hacerse en Carnaval: obsequiar al vecindario con alguna cosilla de comer (en Quero unos garbanzos "tostaos" y unas almendrejas, que hemos sido siempre pobres) y un traguillo de algo (que en mi pueblo solía ser zurra).
Luego ha venido la señora Rosario a hacerle "un mandao" a Merceditas, que ha sido nuevamente abuela, y me ha estado informando sobre la materia en cuestión.
Parece ser que antes la ranra tenía lugar en casa del hermano mayor de la Cofradía del Cristo, que fue durante mucho tiempo alquien llamado Justo, de donde viene el dicho local "¡Prepara, Justo, las avellanas!". A partir de un determinado momento la gente comenzó a plantearse la cuestión del por qué debía hacerse siempre en casa de ese señor así que el sistema cambió hasta llegar al actual en el que la ranra tiene lugar en el Salón Parroquial y se paga entre quienes portan cada año alguna de las banderas y jinetas que ostentan quienes deseen y por riguroso orden de lista, que lleva un atraso de unos diez o doce años, por lo que hay un sistema más rápido para acceder a portar dos de las banderas, así como el estandarte del Cristo. Así, trece banderas y trece jinetas se reparten por turno entre los oferentes (una persona o una familia puede llevar una de las banderas o una bandera y una jineta) y luego las otras dos banderas y el estandarte mediante subasta (se los queda quien más dinero ofrece). El cambio de oferentes salientes y entrantes tiene lugar el domingo en el arco.
También me he enterado que hay subastas. Parece ser que tradicionalmente son los pastores quienes aportan "la cordera más hermosa" para el Cristo y luego se dedican a picarse y pujan entre ellos para quedársela y así el Cristo recoge más dinero. ¡Qué lástima que mis obligaciones materno-filiales me impidan estar allí! Pero, en fin, quedan más años que longanizas y, además, tengo rota la cámara, así que...

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