Bueno, a ver, que ya estoy aburrida de corregir boletines y encontrarme lenguaje androcéntrico. He estado conejeando por la red y me he encontrado una maravilla: un programa que ayuda a utilizar el lenguaje de una manera igualitaria. Se instala y por arte de birlibirloque se acomoda en la barra de word y permite fijarse en un texto que tengamos escrito o estemos escribiendo para corregir alguna cosilla. Es muy fácil de utilizar y nos permite analizar nuestro propio lenguaje para evitar "gazapos". El programa resalta lo que le suena mal y da opciones. Leemos de nuevo y podemos aceptar sus propuestas o dejar el texto como está, porque igual no está mal. Me parece un buen intento y una herramienta interesante que, aunque aparentemente relentice nuestro trabajo de redacción, mejora los resultados. Vamos, creo yo. El programa en cuestión se llama "La lupa violeta" y os lo podéis descargar pinchando en el icono de la lupa que incluye este post. Intentadlo por lo menos y vuestros carteles, textos, planes, memorias y demás trabajos llevarán por lo menos una segunda lectura que impida o al menos disminuya la posibilidad de errores.
Por cierto, que hablando de lenguaje y de género, yo, que suelo utilizar un lenguaje a veces arcaico (los años no pasan en balde), acabo de usar más arriba una expresión que, hablando de género (esta vez género gramatical) tiene género ambiguo. Me estoy refiriendo al "arte de birlibirloque" que suele utilizarse en masculino para el singular ("el arte de birlibirloque") y en femenino cuando se utiliza en plural ("las artes del birlibirloque").
Nota: ofrezco mis servicios (a módico pero justo precio) para dar charlas sobre uso no sexista de lenguaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario