No hay como ponerse a barrer la puerta de la calle para que comience a pasar gente. Es un momento extraordinario para charlar con el vecindario y la charla, como cualquier conversación casual, puede versar sobre cualquier tema: desde la filosofía profunda (¿cómo va esa vida?), la alta política (tú que has "estudiao" ¿cómo ves la cosa?, ¿le ves la punta por algún sitio?) o, como en los ascensores, hacerse la inglesa "talking about the weather". Hoy ha sido uno de esos días de hablar del tiempo pero a la manchega claro:
- Viene fresca la marea ¿eh?
- Sí, pero pica el sol, no se yo si...
- Lo mismo... aunque la tele no ha "dao" agua.
- ¿No?
- No, pero una tormenteja....
- Bueno, eso sí.
- Sí, sí, que se escapa un nublo cojo y se lía.
- Claro, claro, un nublo cojo, en cualquier momento...
- Bueno, venga, que se de bien.
- Hala venga.
- Hale, "condios".
Pues eso que me he quedado escoba en mano mirando al cielo por si se escapaba el nublo cojo ese y la liaba, aunque la nubecilla que vigilaba la calle Los Carros no parecía muy amenazadora.
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