Pensé al comenzar a leer este libro que se trataría bien del homenaje a la madre muerta, bien la crítica destructiva a la misma culpándola de todos los males de la hija supérstite, pero, aunque hay algo de esto último, desde luego poco homenaje a la madre se ve, salvo por comparación con la hija en los pocos pincelazos que deja de su progenitora. Pero como sabemos que Milena Busquets es hija de Esther Tusquets, pese a que la protagonista del libro se haga llamar Blanca, no se nos escapa la idea de que habla de la fallecida escritora y fundadora de la Editorial Lumen.
Pero la primera impresión desaparece pronto y según se avanza y hasta el final acompañamos a la protagonista en unos días de vacaciones de gente bien en Cadaqués. La protagonista, con sus dos exmaridos, sus hijos (uno de cada uno) y alguna amiga, pasan unos días en esa localidad que había sido siempre la de vacaciones de su madre muerta, donde también veranea con su mujer el actual amante de Blanca y un desconocido con el que también coquetea. Playa, barquito, perros, porros, sexo y relaciones aparentemente abiertas y poco más. Lleva razón la novia de uno de los ex que habla de ella como de "la niña pija que vive de renta, que no ha pisado un hospital público en su vida y que protesta cuando quedamos en los «barrios bajos»" acusándola de vivir en una jaula en modo fantasía inventado que no tiene que ver con la realidad.
Parece que, más que sentirlo, le sienta mal o le molesta que se haya muerto su madre y no hace más que quejarse de ciertas costumbres de la misma y de lo que parece que se resistió a la muerte al final, y eso que no parece que tuviera que responsabilizarse mucho de su cuidado ya que estuvo o en una residencia o en casa con atención de mujeres contratadas para ello y ni siquiera se quedó con ella en el hospital la noche que murió.
Me imagino que a la gente que tenga ese tipo de vida puede que le guste el libro pero a mi me ha parecido un poco tomadura de pelo. Podría haberle sacado mucho más partido a la muerte. Es como si estuviera contando las vacaciones y tras el fallecimiento añadiera el principio y el final y alguna que otra frase suelta sobre el tema. Total para convencerse de lo poco que le afecta la desaparición al modo Escarlata O'Hara, aunque al menos ella se proponía pensarlo al día siguiente, mientras la protagonista del libro, lejos de sumergirse en el dolor de la pérdida, pasa los días de vacaciones y ligoteos para convencerse de la transitoriedad de ese dolor. Como también pasará, pues ya está solucionado.
Pues eso, que pese a las maravillosas críticas recibidas por el libro, y aunque la autora no escribe mal, el libro no me ha gustado. Demasiado frívolo para el tema que atraviesa sus páginas y que la protagonista espera que pase, como todo.
Por cierto, que buscando si Esther Tusquets era la madre de Milena Busquets se me ha aparecido una Wikipedia catalana (Viquipèdia, L'enciclopèdia lliure) que refleja en el apartado de "nacionalidat" de la autora la "catalana" aunque refleja que es "escriptor" en "llengua castellà". Vivir para leer.
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