El pasado domingo 23 de agosto tuvo lugar en la iglesia de Quero una misa de acción de gracias: mi amigo Nacho, sacerdote y misionero de la Sagrada Familia, quería dar gracias a Dios por sus 25 años de sacerdocio y lo quiso celebrar en su pueblo, con su gente de aquí, aunque Nacho tiene gente en todos sitios.
Quienes lo conocéis sabéis que Nacho es sencillo, así que la ceremonia fue exactamente lo que dijo que iba a ser: una sencilla misa de acción de gracias, con su gente y con la Virgen de las Nieves, testigo de privilegio en la celebración.
Con un currículum que asusta, licenciado en Ciencias Religiosas, máster en Counselling y un montón de cosas más, si tiene que presentarse, las más de las veces dice simplemente "soy cura". Y hay quien lo mira con cierta incredulidad porque no parece dar el perfil: dicharachero, divertido, siempre rodeado de gente, contando chistes... pero aunque nunca es él quien saca el tema, no se por qué siempre se acaba hablando de cosas profundas con Nacho. Y es capaz de que los más duros se le desarmen y le cuenten sus problemas, incluso sus problemas con Dios.
Él dice que no es místico pero hace que cualquiera se plantee su relación con Dios y hable de religión aunque sea tomándose una caña y es capaz de que hasta los menos predispuestos quieran ir a misa pues hace que la misa sea algo profundo, personal e íntimo, aunque esté consagrando en la terraza de un hotel con un vaso de plástico en plenas vacaciones.
Pero sobre todo hace que tengas confianza para pedirle ayuda aunque no seas una persona que la pida a cualquiera, aunque no suelas hacerlo con nadie. Y es que ni siquiera necesitas pedírsela, sabe que lo necesitas y está siempre ahí con quien quiera simplemente hablar, desahogarse o llorar o necesite consuelo o ayuda, sin que parezca casi que está.
He reído y he llorado con él sin tener intención de hacerlo y consigue que te acabes sintiendo bien, hablando o en silencio. Puedes estar seis meses sin verle y sin cruzar ni un mal whatsapp pero si un día sabe que te pasa algo o que lo necesitas, ahí está.
Acompañado del párroco, Nacho presidió una ceremonia a la que asistimos amigos, familia y gente de Quero que nos alegrábamos de los años que llevaba dedicados a su sacerdocio. Nos contó sus inicios, su vocación, un poco de su vida y lo hizo como siempre de forma concisa, clara y, sobre todo, amena.
Tras la misa hicimos una fotos y tomamos algo fuera. Lo pasamos bien y deseamos a Nacho por los menos otros 25 años igual de fructíferos que los que ya han pasado y que podamos compartirlos como sus amigos.
Podéis ver las fotos pinchando en ésta de Nacho.
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