Reconozco que haber investigado un poco en la vida de la autora cuando leí "Papá se ha ido de caza" me ha influido en que no me parezca tan original "El devorador de calabazas" porque cuenta mucho de sí misma. Ello no supone decir que no me ha gustado el libro, que me ha gustado y mucho.
Al igual que el otro que leí de Penelope Mortimer sorprende la actualidad de muchos temas que trata, lo que también me entristece por lo que implica en la falta de avance o incluso algunos retrocesos: maternidad, aborto, trabajo, diferentes reacciones y grados de implicación o sufrimiento según sexos.
En esta novela, con muchos tintes autobiográficos, una mujer que tiene varios hijos de parejas anteriores se casa con un hombre que todavía no ha tenido ninguno y cuando ya han tenido descendencia común la protagonista, por llamarla de alguna manera aunque lo sea a su pesar, vuelve a quedarse embarazada. La reacción adversa de su marido la pilla fuera de juego. Ella piensa que un nuevo hijo será una nueva alegría y mejorará la relación con su esposo, el cual, lejos de tomarse así la noticia, se opone frontalmente al nacimiento de su nuevo vástago pensando ante todo en su supuesto éxito profesional, en los hijos como carga y en general en mirarse su masculino ombligo que piensa que se merece todo sin dar mucho a cambio. Eso y lo que no os puedo contar de la historia hace que el marido de la prota me caiga fatal y, por extensión, John Mortimer, que no se me olvida la biografía de la autora.
La carga emocional de la problemática que rodea a la protagonista la lleva al psicoanalista pues, como en "Papá se ha ido de caza", parece que las crisis de las mujeres acaban siempre en el médico como si la traición de la pareja, el engaño, las mentiras, no fueran suficientes para justificar una depresión y como si contar su vida a un médico, un tanto imbécil también por cierto, pudiera solucionarle los problemas, Y ea que la pobre hija no se comprende a sí misma y es la última que se entera de todo lo que su marido le oculta. Familia, amigos... le esconden lo que saben como si fuera tontita y al final es ella sola quien acaba afrontando todos los problemas que centrarse sólo en una pareja que no la merece le había ido ocasionado. Deja de lado a sus hijos mayores y toma decisiones que él le inculca para su solo beneficio y que contrarían su voluntad provocándole un dolor que él ni percibe ya que es un ser pagado de sí mismo que culpa de todo a su esposa anulándola hasta que ella misma se considera poca cosa.
Es un libro que hay que leer, sí. Por lo menos todas las chicas debieran leerlo.
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