Creo que poca gente desconocerá el argumento principal de "Extraños en un tren" (libro que cogí de una de las estanterías de libros del hospital cuando ingresaron a mi madre), y no quedará casi nadie de determinada edad que no haya visto la película homónima de Hitchcock, con lo que difícilmente puede sorprender, sobre todo si se propone sin ambages al principio del libro por Bruno, uno de los dos protagonistas, junto a Guy, de esta estupenda novela, que por cierto fue la primera de su autora, quien irrumpió así a lo grande en el panorama editorial.
Dos hombres que no se conocen de nada coinciden en un tren y comienzan a hablar y cuando ya se han tomado unas copillas uno de ellos le propone al otro el asesinato perfecto: cada uno de ellos matará a la persona que estorba al otro con lo que nada podrá relacionarlos con las muertes y los crímenes quedarán impunes. A Bruno, que es quien propone la idea le estorba su padre pues es quien lo mantiene lejos de la fortuna que él cree que le pertenece por derecho y que le permitiría seguir llevando sin trabas la vida de fiestas, placeres y alejada del trabajo que es la que le gusta. A Guy, un tío aparentemente más normal y sin el grado de psicopatía de Bruno, le estorba su mujer pues tiene una amante y la esposa no le concede el divorcio. No está para nada de acuerdo con la propuesta pero como el otro tiene una forma de ser un tanto agresiva y muy persuasiva le dice al tuntun, que vale y ahí comienza su calvario porque Bruno no está jugando con la idea sino totalmente decidido a llevarla a la práctica, de forma que con las cuatro cosas que Guy le cuenta de su mujer, la localiza y la estrangula sin que en tiempos que no se conocía ni el ADN nadie pueda atribuirle el asesinato y queda impune.
Cuando Guy se entera de la muerte de su esposa ata cabos, pero es que además Bruno contacta con él para exigirle el cumplimiento de su parte del supuesto trato al que según él han llegado, exigiéndole que asesine a su padre y organizando todo para que Guy cometa el delito.
Visto que todo esto sucede en las primeras páginas, cabría plantearse que qué misterio le queda a la novela si ya sabemos quién es el asesino y quién puede serlo. Pues muchísimo misterio y mucha trama, como en la mayoría de las novelas de Patricia Highsmith, ya que esta inquietante obra no trata tanto del who did it ni del avance de la investigación del asesinato, que también, sino sobre todo de la mentalidad del asesino y de la posibilidad de que una persona aparentemente normal y plenamente adaptada en sociedad, sin antecedentes ni problemas con la ley, pueda convertirse también en un criminal. Conocemos los hechos no desde la perspectiva del detective que investiga el caso sino desde la mente del asesino. Vemos sus dudas, sus motivaciones y luego su tremendo sentido de culpabilidad. Muy buena esta novela, que ahora puede parecer un argumento muy conocido e incluso que nos parezca repetido por los muchos homenajes a la trama en otras películas y muchas series, pero hay que tener en cuenta que la obra es nada más y nada menos de 1950, que ya ha llovido y entonces fue una trama tan novedosa que captó la atención del genio del suspense para llevarla al cine con gran éxito de crítica y público.
Por esta novela Patricia Highsmith fue nominada para el prestigioso premio Edgar de la Asociación de Escritores de Misterio de los Estados Unidos. El ganador ese año fue un tal Thomas Walsh por Pesadilla en Manhattan, que a mi hasta hoy confieso que no me sonaba de nada. También se hizo película con el título en inglés de "Union Station" estrenada en España como "De mala entraña" con William Holden en el reparto. Tampoco creo haber visto la película, que dónde va a parar la de Don Alfred, el maestro del misterio.
Os dejo el trailer de la película de Hitchcock que por cierto es de 1951, sólo de un año después de la publicación del libro por Highsmith.
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