jueves, junio 13, 2019

Undécimo libro 2016.- "La hija de la española", de Karina Sainz Borgo.

No sé si habrá sido el fenómeno editorial o el bombazo editorial que promete la faja del libro o habrá sido sólo un buen marketing editorial para conseguir que la novela se vendiera a 22 países antes de su publicación pero a mí no ha parecido nada del otro jueves o, para ser más exacta, su comienzo me pareció muy prometedor pero luego hizo bluff y me acabó decepcionando bastante su desarrollo y muy poco creíble su final.
La novela de esta periodista venezolana comienza con Adelaida, la protagonista, en el velatorio de su madre, cuya enfermedad final se ha llevado todos los ahorros de que disponían ambas. No tiene otra familia y el país en el que nació y vive se encuentra de aquella manera que venimos viendo en los telediarios desde hace años de forma que en su ciudad, con un fondo sonoro de disparos y reyertas, ni siquiera puede comprar compresas si no es pagándolas a precio de oro a las bachaqueras. 
Como si eso fuera, poco después de enterrar a su madre, al regresar a su piso, se encuentra que ha sido invadido por un grupo de mujeres afines al régimen quienes, justificando su acción en los principios de la revolución y amparadas por el poder con el que están relacionadas, han decidido, al mando de "la Mariscala", apropiárselo para fines poco revolucionarios y más relacionados con la corrupción que corroe el régimen y que beneficia a quienes trabajan para él aterrorizando al resto. Como un organizado comando de invasión han tomado posesión de su casa y cuando tras desmayarse de la impresión se identifica como la dueña y débilmente les reclama sus libros y sus platos rompen la vajilla plato a plato delante de ella y le dan un culatazo con una pistola en la cabeza.
Víctima del desalojo ilegal del que hasta entonces era su mundo, Adelaida llega a la conclusión de que si nadie se va a ocupar de ella, ella tampoco se ocuparía de nadie, así que decide que defenderá su derecho a la vida por encima del de los demás. Se refugia en la casa de la vecina, la hija de la española del título que no aparece mucho más que en él y a la que encuentra muerta comenzando entonces su cambio de actitud con la vida. Adelaida pasa de ser una apocada maestra a alguien que no le importa hacer lo que sea para salir adelante y salir de Venezuela cueste lo que cueste y ser otra persona de la que hasta entonces ha sido, tanto en sentido figurado como en sentido literal. El argumento no está mal pero creo que la autora no lo construye de forma convincente por lo que como he dicho el libro acabó decepcionándome, aunque, eso sí, lo que relata bastante bien en el miedo de la protagonista a la situación de la ciudad así como el ambiente en el que tiene que desenvolverse, que de no conocer que la situación es bastante real en su país pudiera parecer hasta kafkiana en algunos momentos.

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