Ayer por la tarde, después de una sesión de fisioterapia que me tiene hoy bloqueada de media espalda para arriba, cerebro incluido, asistí a la charla informativa sobre inmigración que se impartió en el aula de mi anterior Centro de la Mujer en Villafranca de los Caballeros. En la charla hablaron, por orden de intervención: Pilar Velasco, que en la actualidad sustituye a la Educadora Sociocomunitaria María Luisa a la que mando muchos recuerdos, Beatriz, que presta el servicio de Atención y Mediación Intercultural (SAMI) los martes y jueves y Gemma, mi compañera "asesora jurídica" del Centro de la Mujer, que sigue dejando alto el pabellón del Centro.
A la charla asistieron algo más de veinte personas, mayoritariamente mujeres y en abrumadora mayoría nacionales de Rumanía (había un ucraniano y dos nacionales de Ecuador, con dos niños), y tuvo dos partes: en la primera se explicó a las personas asistentes qué eran los servicios sociales, para qué servía el SAMI (que por cierto le podían haber puesto un nombrecito más comprensible para los/as extranjeros/as, y para alguna española que otra a la que se le olvida que significan las siglas) y cuál es la función del Centro de la Mujer y sus distintas profesionales y qué servicios concretos presta. La segunda parte, que es la que más interesó a los/as presentes en la charla, versó sobre procedimientos para conseguir permiso de residencia, en sus distintas modalidades, reagrupación familiar, regularización de menores, etc. emplazando a quienes estuvieran más interesados/as en la consulta de casos concretos a pasarse por el SAMI.
Decir que, en mi toma de contacto con las mujeres presentes, muchas parecían tener el mismo problema: la mayoría eran mujeres jóvenes que querían trabajar e incluso lo estaban haciendo de manera irregular pero o bien no conseguían contratos o aunque sus empleadores/as querían "arreglarles los papeles" no sabían cómo y, mucho me temo, no estaban incursas en ninguno de los supuestos de arraigo.
La charla, que por cierto tuvo lugar fuera del horario laboral del Centro de la Mujer porque fue a las siete de la tarde, supuso una toma de contacto con los distintos recursos a disposición de los/as extranjeros/as en Villafranca de los Caballeros y puede ser un modo de darlos a conocer para que la integración sea más rápida.
Hice una foto, bastante mala por cierto, pero se me ha olvidado traerme el cable y aunque la cámara mirara al ordenador con ojos melosos no iba a consiguir comunicarse con él, así que ya la colgaré en otro momento.
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