lunes, abril 23, 2007

Yolanda ya puedes pinchar otro lazo en la pared.

Ayer salían en la tele todos los del telediario con un lacito verde y yo que nunca he sido buena para los símbolos estuve a punto de llamar a Yolanda, la dinamizadora de mi antiguo Centro, que para acordarse, iba pinchando en un folio que tenía en la pared los diferentes lazos que siempre, no se por qué, acabábamos poniendo, fuera o no de nuestra competencia (con todo el proceso previo: compra de cintas y alfileres, confección de lazos, frío o calor en la calle, puesta de lazos con explicación previa o posterior y, eventualmente, discusión con alguna persona sobre la conveniencia o no de la campaña en cuestión). Tenía los blancos del día contra la violencia, los morados del día de la mujer, el rojo del sida, el negro (que desgraciadamente nos tocó poner tras los atentados)... en fin, toda una gama. Pues bien, ya puede añadir el verde que por lo que elucubré deberemos ponernos para mostrar nuestro compromiso con el medio ambiente y nuestro firme propósito de hacer cuanto en nuestra mano esté para frenar el cambio climático. Y es que ayer era el Día de la Tierra. Así que ¡Felicidades Señora Gea! que se conserve usted así muchos milenios y no puedo decir y yo que lo vea porque mi esperanza de vida no dará para tanto.
Parece ser que la camapaña del lacito verde en España, que apoyan todas las organizaciones ecologistas, surgió como idea de la editorial que ha publicado en España el libro de Al Gore "Una verdad incómoda" (ya os colgué el vídeo de You Tube con la película). Según Greenpeace tiene como propósito el conseguir concienciar a los políticos para que cubran el espacio entre lo que dicen y lo que realmente hacen en materia de medio ambiente. No se si Greenpeace se habrá dado cuenta de la diferencia existente entre predicar y dar trigo ni si entre las cualidades de algún político/a podrá encontrarse una preocupación real por el medio ambiente más allá de las manifestaciones y golpes de pecho que realice en público. Al final, se acaba una sintiendo culpable del agujero de la capa de ozono y hasta de los vertidos de la fábrica de mi pueblo, aunque no haya contribuido a ninguno de ellos. Y los/as políticos/as, de rositas.
En fin, que si queréis saber el origen de la celebración del día de la Tierra, pinchad en este enlace y, aprovechando que vamos para el buen tiempo, utilizad la bicicleta y el coche de San Fernando más amenudo. Nuestro planeta, vuestra salud y vuestra silueta os lo agradecerán a la par que vuestro espíritu ecologista se verá recompensado con la tranquila conciencia de quien hace lo que debe, aunque el resto siga haciendo lo que le de la real gana.

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