martes, mayo 20, 2008

Pelear por la pensión compensatoria supone mucho más que eso.

¿Cuántas asociaciones de viudos conocéis? Yo ninguna. De viudas, casi una por pueblo. Así que un claro ejemplo de discriminación encubierta se plantea con la reforma de la Seguridad Social que entró en vigor en enero. Como yo he estado intentando conciliar mi vida conmigo misma no he estado demasiado lúcida para darme cuenta, pero ahí está Themis al quite y nos han mandado un e-mail para que tomemos conciencia y comencemos a convencer a las "divorciandas" de su casi obligación de solicitar pensión compensatoria si no quieren quedarse sin pensión de viudedad en un futuro próximo o lejano. Antes, no solicitar pensión compensatoria o renunciar a la misma implicaba perder poder adquisitivo, ahora implica muchísimo más. Y como resulta que hay más viudas que viudos, quienes más afectadas se verán con el cambio legislativo serán aquéllas y la Seguridad Social ahorrará a costa de quienes menos tienen. ¿Bonito, eh? Y encima me discutían esta mañana (una mujer para más bemoles) con el peregrino argumento de que si estaban divorciadas ¿qué pensión querían cobrar?, olvidando que la cotización que generó la pensión que sólo disfruta el esposo se pagó con dinero ganancial sobre el que la esposa no percibirá ni un céntimo de euro. Hay que ponerse las gafas de ver desigualdades y esta clama porque no muchas mujeres cobran pensión compensatoria y un porcentaje muy alto renuncia a ella para evitar enfrentamientos con su expareja.
A partir de ahora habrá que cuidarse muy mucho a la hora de dividir gananciales, pensar todo lo pensable y reclamar todo lo reclamable porque lo que en un momento se unió se divorcia para siempre y si te he visto no me acuerdo, tanto por parte del marido, como por parte de la Seguridad Social.
Os recomiendo un artículo sobre el tema que se llama "sin viudos en los parques" (aunque le hace falta una pasadita de lija en género porque sólo se queja de los pobres viudos mostrando un alarmante desconocimiento de la situación real de las mujeres) y, sobre todo, el de Themis sobre el tema.

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