Después de Doña Marcela escuchamos a la socióloga María Ángeles Durán
y a la historiadora Isabel Morant.
Cuando concluyeron las ponencias de la mañana nos fuimos a recargar pilas, porque también nos dieron de comer, a todas las personas que quisimos quedarnos y a una gata siamesa que se paseó por el patio en busca de algo que llevarse a los bigotes. Nos iba a hacer falta porque por la tarde tocaba economía.Lina Gálvez y María Pazos se encargaron por la tarde de dejarnos claro que "no es oro todo lo que reluce" y que si la perspectiva de género fuera lo que tiene que ser otro gallo económico nos cantaría.
Tras la economía nos fuimos a la presentación de un libro sobre el movimiento feminista en los años 70 y a la inauguración de una exposición sobre momentos de feminismo que me ha dado a mi unas ideillas para el 25 de noviembre que si estoy con ánimos verás, verás...
Y hoy disertación de Ángela Sanroma, nuestra Directora, de Victoria Sendón, la filósofa que por lo menos nos ha hecho reir de lo lindo y ha dejado claro que hay que mover el culo (bueno ella ha dicho trasero) si queremos que esto cambie, y de Carmen Castro, que también ha intervenido esta tarde en la parcela de ciberfeminismo junto a Mª José de Ciudad de Mujeres (que me disculpe porque ha mencionado los apellidos de tres Mariasjosés y no se cuál le tocaba a ella. Y eso que tienen mi blog en su blogosfera.
En fin, que me lo he pasado bien y me he animado un poco. Espero que cuelguen las jornadas como el año pasado en la web de la Unidad de Género porque el despliegue de medios audiovisuales ha sido de apabullar, discursos subtitulados, lenguaje para quienes no pueden oir, pantallas con las presentaciones a la vez que con las ponentes... Que "mu rebien", vamos. Lo que les haya "costao" no me meto pero seguro que bastante más que las nuestras de Coeducación, que, por cierto, son el día 13 ¡¡¡¿Qué hacéis sin inscribiros?!!!
Nota: Perdón por la calidad (la mala calidad) de las fotos, es que me he llevado la cámara pequeña y me he sentado en la penúltima fila. Los milagros en fotografía no se suelen producir con tal precariedad de medios y precisamente el despliegue de medios me ha hecho cohibirme y no hacer fotos más cerca. Que una está tímida, vamos.