Ayer sábado a la una de la tarde se inauguraba en El Toboso la exposición de juguetes y juegos antiguos organizada por el Grupo CEAR. Aunque sigo de vacaciones (por llamar de alguna forma a este periodo de tiempo en que no tengo obligación de ir al Centro de la Mujer) me acerqué a verla ya que nuestro Centro también ha intentado ayudar un poquito. Es una verdadera delicia recorrer las mesas viendo que la infancia y casi la historia se te aparece de golpe en forma de pequeños detalles con los que alguna vez has jugado o que te contaron que se jugaba. Aunque eché de menos un "exin castillos" y alguna pelota o balón, la exposición es bastante completa y realiza un recorrido por muchos de los juguetes con los que alguna vez se jugó en El Toboso y en muchas otras localidades de España, desde las canicas hasta el "testarosa" de la Barbie y Ken, desde el aro a los "clips de famobil", desde el tirachinas a los "madelman" y los barcos de guerra de "lego" (aunque se agradece la práctica ausencia en la exposición de juguetes bélicos), desde los muñecos de cartón y los recortables de muñecas con toda su ropa y accesorios a las caravanas de las muñecas más modernas, desde el tejo en adelante, la exposición realiza un recorrido encantador por los juegos y juguetes de otras épocas que os recomiendo encarecidamente ver. El Grupo CEAR ha realizado un gran trabajo y la exposición promete ser un éxito de público. Pasad a verla si podéis entre los días 21 y 29 de agosto en horario de mañana (de 12 a 14 horas) o de tarde (de 17 a 21 horas). Os parecerá hacer un divertido viaje en el tiempo y lo pasaréis bien. Si pincháis en esta imagen podréis ver las fotos que hice ayer en el Salón Parroquial que es donde se exponen los juguetes y donde podréis ver también otras tres exposiciones: una de fotografías antiguas de El Toboso, otra de las mujeres que fueron Dulcineas o Damas en años anteriores (y a la que ayer todavía le faltaban muchas fotografías) y una tercera de los trabajos realizados en estaño por mayores de El Toboso. De verdad que merece la pena.
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