jueves, enero 22, 2015

Las tiendas de los chinos ya no son lo que eran.

Esta mañana me he dado cuenta que ya no tenía ni un granito de pienso para los gatos así que, pese a la rasca matutina, me he dirigido a la tienda de los chinos que en teoría debería estar abierta y haber traído pienso del Mercadona, que es el único que les gusta a mis mininos y que los de la tienda oriental de mi pueblo adquieren en el Mercadona de Alcázar y venden un euro más caro en su tienda de Quero. Ellos se ganan un euro (business is business) y yo me lo ahorro en gasoil (ser pobre a veces sale caro).
Pero, aunque tradicionalmente las tiendas chinas tienen fama de tener de todo, las dos últimas veces que había ido "no tiene, no tiene", "manana, manana". Así que "manana" que era hoy he vuelto a ir.
Pues bien, para mi sorpresa, en el lugar donde debería estar la puerta abierta me he encontrado el cierre metálico echado con este cartel, que lo lees y parece que estás oyendo a la china (mientras chatea por el móvil a la vez que ve una película en el portátil, que la muchacha es multitarea).
¡Cielos! ¡¿Dónde está la tradicional laboriosidad de los ciudadanos chinos que se permiten cerrar la tienda un jueves?! ¡¿Dónde vamos a ir a parar?!

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