A veces nos tragamos las cosas porque sí, porque nos vienen dadas y no meditamos sobre su origen o sobre la posibilidad de cambiarlos si no nos gustan o ya no resultan acordes con la forma de pensar que tenemos.
Estaban hoy mis compañeras Silvia y Piedad (a la sazón Psicóloga y Dinamizadora de nuestro Centro) preparando una actividad para el colegio y habían dibujado un mural para trabajar con niños y niñas los roles de sexo en el que iban a pedirles que clasificaran profesiones para estudiar con ellos el sexismo en el reparto de tareas, tanto en el trabajo como en el hogar. Pues bien, en previsión de que alguien preguntara en clase sobre los propios símbolos de hombre y mujer quería Silvia saber su origen. A mi me sonaba que tenían que ver con la representación de los planetas que hacía la astronomía pero desconocía exactamente qué representaban. Pues bien, sí son dos planetas, Venus y Marte, pero claro representantan respectivamente a la diosa Venus y al dios Marte de la mitología romana (antes Afrodita y Ares, en la griega), respectivamente del amor (sexual o físico, no imaginéis romanticismos decimonónicos, porque en sus santuarios lo que proliferaba era la prostitución, ritual, pero prostitución al fin y al cabo) y de la guerra.
Pero todo eso lo sabía más o menos por culturilla general; lo que no me constaba era qué se representaba exactamente con los simbolitos en cuestión. Pues bien, el de la mujer representa un espejo (como si no hiciéramos otra cosa que mirarnos en él) y el del hombre un escudo y una flecha (como si no hicieran otra cosa que guerrear).
Creo que también es hora de meternos con los símbolos y no utilizarlos tan alegremente porque si nos paramos a pensar un poquito "chirrían" más que el lenguaje.
3 comentarios:
Entonces..¿que tiene que ver un espejo y una guerreria?.
¿Que generos son estos?
Todo el mundo hermafrodita.
Me ha encantado la explicación... Nunca me lo había preguntado, curiosa y tremendamente sexista... Habría que darla a conocer.Genial este blog, engancha... ¡Enhorabuena,prima! Ya veremos si hay que dártela por algo más...
Está bien esto de tener a la familia para levantar la moral. Muchas gracias prima.
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