Estaba yo muy orgullosa de los avances de la ciencia moderna tras leer una noticia sobre la fabricación de una mano biónica que lleva por nombre i-Limb y que han adaptado para el veterano de guerra Juan Arredondo. La mano tiene movimiento independiente de los dedos y permite flexionarlos e incluso usar el ratón del ordenador, cosa que quienes no hemos nacido con un mouse en la mano sabemos lo difícil que resulta al principio, conseguir que el puntero acabe en el sitio al que queremos cliquear.
Pues, como digo, estaba yo orgullosa hasta que me he encontrado con otra noticia sobre la aparición en una momia egipcia de una prótesis de dedo gordo de un pie que podría ser la prótesis funcional más antigua del mundo.
Viendo estas cosas se vuelve una un poquito más humilde. Nos ha acostumbrado a dar por hecho que los antiguos no disponían prácticamente de medios para hacer nada y a considerar que los seres humanos de hoy somos mucho más inteligentes que nuestros antepasados. Está visto que lo único que tenemos es una tecnología que nos permite hacer más cosas y más rápido, pero que las ideas ya se les habían ocurrido a otras personas. "Nihil novum sub solem".
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