jueves, junio 12, 2008

Las mujeres que leen son peligrosas.

La afirmación no la hago yo, la realiza Stefan Bollmann, el autor de un libro precioso que cogí ayer en la biblioteca de Villafranca. No es que hoy tenga el cursi subido, es que el libro es verdaderamente encantador en su formato y cuidada edición. Para empezar, no tiene un formato habitual: es muy grande, no muy grueso, pero grande de tamaño. Tiene un papel satinado de los de cortarse las venas y, sobre todo, unas ilustraciones muy bonitas. Pero, sobre todo, sobre todo, (me repito, me repito) me gusta la temática. Tras un prólogo muy bueno de Esther Tusquets que, parafraseando el libro que prologa, lleva el título ¿Son peligrosas las mujeres que leen?, introduce el libro un pequeño estudio sobre la importancia de la lectura en la vida de las mujeres para luego adentrarse a golpe de ilustración y comentario en lo que el autor llama "Una historia ilustrada de la lectura desde el siglo XII hasta el siglo XXI". Desde el cuadro de Jean-Baptiste Simeón Chardín "Los placeres de la vida privada" hasta nuestro contemporáneo "Mujeres sabias" de Herald Metzkes, con alguno que otro postre en las guardas, en la introducción y hasta en el prólogo... de verdad que el libro no tiene desperdicio. Físicamente es encantador pero, además, el texto es muy bueno. Os lo recomiendo, que hacía mucho tiempo que no recomendaba nada, que he estado demasiado concentrada en mi misma; pero ahora que me estoy "espabilando" no os van a faltar recomendaciones.
Pero que que el libro me ha abierto un mundo nuevo de autores/as porque hoy, por curiosidad, he entrado en la web de la editorial Maeva, que es la que edita el libro que recomiendo y me he sorprendido muy grata y muy ingratamente (tanto que hasta se lo he mandado a la editorial en un e-mail). Sobre la sorpresa grata: la propia editorial. Se nota que eligen a quién quieren publicar (o que tienen suerte de ser la editorial elegida por determinados/as autores/as). Sobre la sorpresa ingrata: la enormidad de mi ignorancia nuevamente constatada. Pese a que soy lectora empedernida desde muy pequeña que me leía hasta las etiquetas del Cola-Cao, cuando no había otra cosa a mano y pese a ser una compradora compulsiva de libros (tanto que mi economía se resiente algunos meses), ignoraba casi todo de muchos/as autores/as y libros que edita Maeva. Meditaba en el e-mail que les he mandado que creo que la publicidad masiva de muchos de los libros puede perjudicar a la selección natural que se hace de los que realmente gustan. Y, yo, que creía que los elegía sin tenerla en cuenta, me he dado cuenta que no soy tan libre porque si no no se explica mi desconocimiento de tantos autores y, sobre todo, de tantas autoras. En fin, creo que podré ponerle remedio y añadir posibilidades a mis nuevas lecturas.

2 comentarios:

Amanda T. dijo...

Tengo este libro, es interesante.

Amanda T. dijo...

Tengo este libro, es interesante.