sábado, marzo 07, 2009

Película recomendada: Moolaadé.

Para quienes no hayan pillado la revista del Centro de la Mujer incluyo el comentario que hice en la misma respecto de la película que recomiendo: Moolaadé.
Es una película senegalesa dirigida por Ousmane Sembene que trata el tema de la ablación de las niñas en África desde un punto de vista crítico. La palabra que da título a la misma puede traducirse como protección y es una vieja palabra de dialecto “pulaar” que expresa una noción de derecho de asilo. Forma parte del argumento de la película que se desarrolla en un pueblo africano donde cuatro niñas que van a ser sometidas al ritual de “purificación” (la ablación o “salinde”) se acogen al moolaadé de Collé Ardo, una mujer del pueblo que no permitió en su día que su propia hija fuera sometida a la ablación, una práctica que le parece una barbarie por haber sufrido en propia carne sus consecuencias (en un parto perdió a dos hijas y en el de su única hija debió ser intervenida con riesgo de su vida conservando una terrible cicatriz como consecuencia de la operación). Las niñas le piden que las proteja y ella acepta poniendo una cinta de colores en la entrada a su casa y esgrimiendo el moolaadé contra el resto de la aldea, principalmente contra las “purificadoras” y el consejo del pueblo, formado en su totalidad por hombres. A partir de ese momento, se enfrentan dos valores: el respeto al derecho de asilo (el moolaadé) y la tradición de la ablación (la salindé).
Es cine africano y debemos olvidar Hollywood si queremos verla: el lenguaje cinematográfico es muy inocente, los diálogos son cortos y simples y el mundo de la aldea demasiado distinto del nuestro pero estos condicionantes no suponen que la película carezca de interés sino, muy al contrario, es parte de su encanto del que no resulta ajeno el colorido del vestuario y la simpleza de la vida de la aldea donde destacan el paralelismo arquitectónico de la mezquita y un termitero, símbolos de las tradiciones antiguas y los nuevos tiempos, a los que las mujeres de la aldea parecen totalmente ajenas y contra los que deben enfrentarse. La película trata un tema duro, algunas imágenes son impactantes y la escena del “castigo” del marido a la protagonista terrible, sobre todo por la actitud enfrentada de los hombres y las mujeres de la aldea. También se trata el tema de la influencia externa en la vida de la aldea que supone la radio y la televisión y que los hombres de la aldea consideran un peligro para el statu quo de poder de los hombres sobre las mujeres: pretenden impedirles que tengan acceso a la información quitándoles y quemando las radios.
La película es de 2003 e iba a formar parte de una trilogía dedicada al heroísmo de la vida en África que comenzó con Faat Kiné pero el fallecimiento del director la convirtió en su última película.
Nota: la ablación es una ceremonia ritual muy anclada en las costumbres de muchos pueblos africanos que practicada indistintamente por musulmanes y por animistas se ha extendido a otros lugares por la emigración. Hay distintas clases de ablación desde la amputación de una parte del clítoris a la más agresiva y cruenta o infibulación en la que se extirpa el clítoris y los labios menores y mayores cosiendo la zona y dejando un pequeño orificio para la orina y la sangre menstrual. La mutilación genital femenina permite a los hombres controlar la fidelidad y la sexualidad de sus mujeres las que se ven privadas del placer en las relaciones sexuales a la vez que, si consiguen sobrevivir a la ceremonia misma, sufren complicaciones en los partos, infecciones… sin que la operación en sí les proporcione ningún beneficio higiénico ni de ningún otro tipo.Durante las dos semanas que preceden a la ceremonia las madres y las tías preparan psicológicamente a las niñas para que aguanten el dolor sin gritar, sin quejarse. Deben controlar y dominar la mordedura viva y abrasadora del cuchillo al serle realizada “la operación”, muchas veces con herramientas de mal corte y casi siempre sin esterilizar, lo que provoca infecciones, hemorragias e incluso la muerte. Si puede con el dolor, la joven demostrará que de mujer sabrá sobreponerse a los tormentos y las aflicciones de la existencia. Al contrario, una niña que no ha pasado por la ablación es una “bilakoro” (en malinke), es impura y no puede casarse.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que buena pinta tiene, a ver si la consigo. Por cierto me baje "Buda exploto por verguenza", ya te contare cuando la vea.
Silvia