Es de los guionistas de "Ocho apellidos vascos" y parece ser que comenzó siendo el guión para otra película que no se llegó a hacer. Para pasar el rato no está mal si no se espera alta literatura o una buena trama.
La acción se desarrolla en Amsterdam; un estudiante erasmus de esos en perpétua adolescencia y sin muchas luces recibe la visita de su padre, un original personaje que parece el estereotipo del hombre de pueblo pero que acaba siendo más espabilado que el hijo. El padre, antiguo minero asturiano divorciado, aunque no acaba de asumir la ruptura, no tiene un euro ya que se le ha acabado el paro y no tiene ninguna expectativa de encontrar trabajo así que no se le ocurre otra cosa que viajar a Holanda para intentar vivir con su hijo con cargo a la beca que el mismo disfruta.
Al principio el hijo, cuya principal ocupación reside en ganarse los favores de otra erasmus francesa, intenta por todos los medios que su padre regrese a España mientras su progenitor comienza a conocer la cuidad y hacer encajar su carácter y costumbres con el supuesto cosmopolitismo europeo que brilla por su ausencia en el libro ya que nadie parece ser muy europeo.
En la novela no pasa mucho, demasiados tópicos demasiado exagerados y sólo a veces verdaderamente graciosos, sucesivos gags que pretenden ser humorísticos y no todos los son. El hijo se avergüenza y se ríe a partes iguales de su padre aunque al final tampoco él deja de resultar patético intentando competir con el novio francés de la chica que le gusta sin mucho que ofrecer a cambio. Lo más divertido son los emails que el padre manda a sus antiguos compañeros de bar contando sus experiencias en Amsterdam.
Pues eso, que lo mejor que tiene es que es corta y para pasar un rato buena está, pero no mucho más.
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