Como el de Eduardo Mendoza no me entretuvo en absoluto me tiré al río de los bestsellers por aquello de que algo tendrá el agua cuando la bendicen. No es que sea muy de Camilla Läckberg, pero vende libros como churros, así que, como con éste inaugura nuevo personaje y parece que nueva serie, pues digo... vamos a ver si me entrengo.
Y entretenido es. Tiene lo que se supone que debe tener un bestseller: gente de éxito, ropa de marca y perfumes caros, sexo... y una trama bastante poco creíble y con bastantes fallos, cuyo final se ve venir. Pero lo que no me esperaba es una magistral plasmación del maltrato psicológico en su primera parte, dejando claro que no es cosa solo de las parejas menos pudientes ya que en las jaulas de oro de los casoplones de los ricos también cuecen habas.
Y el caso es que parece que el libro lo hayan escrito dos personas distintas, una la que cuenta la vida de la protagonista sojuzgada y anulada por su marido, y otra, la verdadera trama de la novela, que no es otra que una venganza a lo bestia y en su propio terreno contra el que fue su esposo con vueltas al pasado de lo que fue la vida de la prota con su propio padre, también maltratador, aunque ese era poco psicológico y más físico.
Salvo que en Suecia una sea capaz de volverse rica con cualquier proyecto de negocio en un pis pas, no me resulta creíble la trama y lo del pincho del ordenador hace aguas. El marido, además, debe ser un poco corto para no sospechar; pero bueno, no esperaba mucho más de la novela; para pasar el rato y poco más.
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