Esta tarde hemos tenido el último acto de nuestra más que quincena de la violencia (que lo de semana se nos quedaba corto y ojo mesecito que llevamos) con la reunión de la mesa local contra la violencia de género. Estaban presente la Alcaldesa de El Toboso, presidiendo el acto y en representación del Consejo Local de la Mujer, el comandante accidental del puesto de la Guardia Civil del pueblo (que me sorprendió por su juventud), el Jefe de la Policía Local, mi amigo Francisco Villamayor en representación del turno de violencia del Colegio de Abogados de Toledo (que me ha emocionado hasta las cachas cuando me ha dicho que me tiene en su devocionario civil) y la educadora de El Toboso en representación de los Servicios Sociales. Una servidora moderaba. Sólo nos ha fallado alguien del Consultorio Médico para completar la mesa, pero por circunstancias no han podido venir ni el médico ni la enfermera.
La idea que pretendíamos transmitir es la de que en El Toboso hay profesionales implicados en la lucha contra los malos tratos. Además nos movía la idea, que se alienta desde el Ayuntamiento, de comenzar con la redacción de un Protocolo Local contra la Violencia de Género para desempeñar nuestras respetivas funciones de forma coordinada. Será uno de nuestros proyectos estrella del año próximo pero me hace muchísima ilusión. No hay muchos pueblos en Toledo y menos del tamaño de este que cuenten ya con Consejo Local de la Mujer, y aquí lo tenemos funcionando (bueno alguna que otra está ya en Málaga para el V Encuentro Nacional) y no hay muchas localidades con Protocolo propio y aquí intentaremos tenerlo el año próximo.
En el acto de esta tarde cada profesional participante a relatado lo que hace habitualmente, cuáles son sus funciones y cómo se coordina con los demás y luego se han sometido a un turno de preguntas del público presente para solucionar dudas. También se ha animado a las personas presentes, pertenecientes a varias asociaciones de la localidad para que colaboren con el Centro de la Mujer aportando ideas para nuestro funcionamiento y para que nos ayuden en la detección de casos de violencia que puedan estar subyacentes en el pueblo y a los hombres presentes a implicarse activamente en la lucha contra la violencia.
Creo que como toma de contacto no ha estado mal y, además, el rato de reir que nos hemos pasado preparando la mesa ha sido memorable. Y es que en la foto parece un montaje preparado con mucha antelación y sobrados medios pero el mantel de la mesa lo hemos confeccionado la psicóloga y yo a modo de Scarlatas O'haras con las cortinas de la escalera del Centro, bueno con el trapo rojo que habíamos colocado en el ventanal de la escalera para que pudieran verse las proyecciones de Powerpoint de la jornada que tuvimos el día 14. Cada copa tiene un tamaño porque no teníamos todas iguales y las botellitas de Solan de Cabras hubieron de completarse con botellas de agua de litro y medio porque no había para todos. Los cartelitos con los nombres son diseño de quien suscribe e impresos en la impresora de la técnica de empleo que un día nos va a morir en acto de servicio (la impresora, digo) y el biombo, que tiene por función permitir el acceso a los baños de los jubilados, un panel de conglomerado que pesa una barbaridad cubierto con otra tela roja. Pero, con la luz del hall, parecía mismamente cualquier salón de convenciones de algún famoso hotel.
Y me voy a mi casa, que estas no son horas y estoy todavía en el Centro, que la inspiración es lo que tiene, o se aprovecha o se pierde. Mañana será otro día y ya me referiré a la Ley de Dependencia que se ha aprobado hoy por una amplia mayoría en el Congreso de los Diputados.
