miércoles, enero 12, 2022

"Miss Merkel. El caso de la canciller jubilada", de David Safier. 2/22.

Acababa el año 2021 acompañando a la reina Isabel en sus pesquisas detectivescas y lo empiezo siguiendo nada más y nada menos que a Angela Merkel investigando un asesinato. Una novela con mucho humor y sin grandes pretensiones. Entretenimiento para estos malos tiempos.
La excancillera alemana se jubila y junto a su marido Joachim (Achim en la novela), Mike el guardaespaldas y un perrito carlino, instalan su residencia de lo que esperan sea una tranquila vida en la pequeña localidad de Klein-Freudenstadt.
Al principio, para delicia de su marido, Angela parece adaptarse a una existencia sin el estrés de la actividad política y se dedica a hacer tartas, que su gardaespaldas deglute con sentimiento de culpabilidad por el perjuicio a su forma física, y a pasear a su perro Putin por el pueblo. Pero pronto comienza a aburrirse de tanta paz y, cuando el barón dueño del castillo del pueblo aparece muerto en una de las mazmorras junto a un vaso que contenía cicuta, encuentra una actividad en la que emplear su tiempo y capacidades: la investigación de la muerte, ya que, como la puerta de la mazmorra estaba cerrada, el suspiroso comisario del pueblo quiere dar carpetazo al asunto como suicidio.
La antigua mandataria, a veces con su marido, que como buen químico cuántico aparece como bastante despistado y metepatas, y su guardaespaldas, y otras sola, para disgusto de ambos.
Doña Angela comienza su investigación buscando a qué persona puede responder la letra "a" que había escrito del muerto, pensando que podía significar un intento de dejar constancia de quién lo había asesinado.
Pero hay varias aes: Alexa, la segunda mujer del barón, otra Angela, agricultora de la zona que tiene arrendadas algunas tierras del castillo, un nasciturus que se llamará Adrián y que se sospecha hijo del barón... y luego varias mujeres que tendrían algún que otro móvil para asesinar al barón, como su primera esposa, que sigue viviendo en el castillo ocupándose de su administración, e incluso una policía de la que se enamora el guardaespaldas. 
Parece ser que el barón estaba muy interesado en vender la propiedad, pero la mayoría de las sospechosas tenían interés en que la conservara. Todas, menos la actual mujer, la cual, no obstante, deja de ser un problema cuando muere, aparentemente también por suicidio (cae desde la torre de la iglesia), causa de fallecimiento con la que tampoco está de acuerdo la señora Merkel.
El matrimonio Merkel/Sauer comienza a creerse que de verdad son buenos detectives y, jugando con los clásicos y los nombres, la antigua Kanzlerin será Miss Merkel (como guiño a la Miss Marple de Agatha Christie) y acabarán llamándose entre ellos Sherlockina y Sherlock, además de bizcochita y bizcochito, apelativos cariñosos que usaban. 
Y el caso es que, tras muchas peripecias y peligros, la señora Merkel acaba resolviendo los dos asesinatos.
El libro es muy divertido, aunque a veces infantiliza demasiado a los personajes. Me hacen mucha gracia los guiños a la verdadera Merkel, con las chaquetas y la forma de colocar las manos y los comentarios sobre otros dignatarios internacionales. 
Lo dicho, muy entretenido. No quiero este 2022 demasiadas complicaciones y comeduras de tarro. Que eso ya lo dan los tiempos.

sábado, enero 08, 2022

"Mujeres que no perdonan", de Camilla Läckberg. El 1º de 2022.

Lo empecé buscando algo flojito para empezar el año, pero da que pensar.

En un país supuestamente avanzado en igualdad de género (o esa moto nos han vendido), tres mujeres sufren malos tratos por parte de sus parejas y, a modo de "Extraños en un tren", pero a tres bandas, deciden poner fin a la situación. Cada una "solucionará" el problema de la otra.

Victoria, de procedencia humilde, había llegado a Suecia desde Rusia huyendo de los matones que habían asesinado a su pareja, otro mafioso que la había rodeado de lujos. Aconsejada por su madre, pone un anuncio en las redes sociales para buscar marido y Melte, un aparentemente inofensivo gordinflón sueco, contacta con ella y se la trae a su país, en el que tras un inicial periodo de buen rollo, comienza a despreciarla y considerarla únicamente como instrumento de satisfacción sexual, manteniéndola aislada de todo el mundo, limitándole el uso del teléfono, reteniéndole el pasaporte para que no vuelva a su país y no dejándola salir de casa, en la que Melte se dedica a beber cerveza con un amigo hasta caer borracho. Victoria sólo sueña con poder volver a su país.

Ingrid había tenido educación avanzada, había ejercido como periodista y corresponsal hasta que contrajo matrimonio con Tommy, también periodista, y tuvieron una hija. Cuando se ofrece al esposo la dirección del periódico para el que ambos trabajan, con aparente mutuo acuerdo, Ingrid deja su empleo para cuidar de su hija y favorecer el ascenso profesional de su marido, situación que va prolongándose en el tiempo en detrimento de la carrera profesional de la mujer, a la vez que van en aumento los desprecios por parte del marido que se considera superior. Ella soporta el estado de cosas hasta que constata que Tommy además le está poniendo los cuernos, lo que supone el detonante para ponerle fin.

Birgitta, maestra a punto de jubilarse, recibe la noticia de que sufre cáncer de mama ya muy avanzado por no haber acudido a las citas y reconocimientos que hubiera debido tener. Y no había ido al médico porque su marido Jacob la agredía metódicamente cada poco tiempo dejándole marcas en lugares poco visibles si iba vestida pero que cualquier médico hubiera descubierto en una revisión. Como sus hijos ya son mayores de edad, tras una paliza mayor que otras, decide que, total como va a morirse, dejará a sus hijos bien situados si pueden cobrar el seguro de vida de su padre.
 
Las tres mujeres, sin conocerse, se ponen de acuerdo para acabar con sus respectivos problemas y el resto es el desarrollo de los diferentes métodos de cada una para llevar a cabo sus estrategias.

Es un libro muy corto que me tuvo hasta las cuatro de la mañana leyendo hasta acabarlo. No es alta literatura ni una de las novelas de intriga como otras de la autora, pero intriga tiene ya que te estás temiendo lo peor durante todas sus páginas, entendiendo por lo peor, en el marco de la novela claro, que lleguen a descubrirse las intenciones de las mujeres, porque evidentemente las peores consecuencias las sufrirán los hombres que las habían maltratado. 

Un poco demasiado simple el tratamiento, en plan buenas y malos. No es cuestión de resolver la violencia de género usando de una violencia aún mayor sobre el maltratador, con evidente extralimitación del derecho de defensa, pero a las protagonistas del libro parece ser que es la única salida que se les ocurre. No os descubro si salen o no airosas.

Como ejercicio práctico de Derecho sería interesante estudiar las posibles soluciones jurídicas que podrían utilizar las mujeres de la novela para salir de la situación que cada una soporta y las posibilidades de éxito.

jueves, enero 06, 2022

Libros leídos y reseñados en 2021.

El pasado 2021 leí menos, bastante menos que otros años. Imagino que porque he trabajado más y como leo en la cama no podía trasnochar más de lo normal. Lo primero es lo primero, pero a ver si en 2022 igualo lo de otros años.

En cuanto a la paridad escritores/escritoras, la cosa ha estado bastante equilibrada.

"Los motivos del lobo", de Liliana Escliar. El primero que leí a principios de 2021.

"Cómo robar un banco suizo", de Andrea Fazioli. El 2º del 2021.

"Cluny Brown", de Margery Sharp (3ª del 2021).

"Estado del malestar", de Nina Lykke. El 4º del 2021.

"Gema", de Milena Busquets. Pues sí hay 5º malo.

"Sira", de María Dueñas. 6ª del 2021.

"Historia del cine", de Mark Cousins. Un maravilloso regalo de Babelio para mi séptima lectura de este 2021

"Transbordo en Moscú", de Eduardo Mendoza. El 8/2021.

"Una jaula de oro", de Camilla Läckberg. El noveno de este año.

"Hidalgo Abogados y el caso de los molinos eólicos", de Laura Nieves Muñoz Rubio.

"Esclavos del deseo", de Donna Leon. El 11/2021.

"Pensadores ¡al rincón!. El eclipse de la filosofía", de Pablo Redondo. 12/2021.

"Tirar del hilo", de Andrea Camilleri. 13/2021.

"El club de la élite", de Esteban Navarro. 14/2021.

"Sangre turbia", de Robert Galbraith (el otro nombre de J.K. Rowling). 15/2021-

"Hong Kong Hacker", de Chan Ho-Kei. 16/2021.

"Lissy", de Luca D'Andrea. 17/21.

"La bestia", de Carmen Mola o del trío calavera (Agustín Martínez, Jorge Díaz y Antonio Mercero). El libro 18 de 2021.

"Killing Eve. Codename Villanelle", de Luke Jennings. 19/2021.

"El nudo Windsor", de S. J. (Sophia) Bennett. El 20º y último de 2021.

"El nudo Windsor", de S. J. (Sophia) Bennett. El 20º y último de 2021.

La Reina Isabel II convertida en investigadora. Un libro encantador, entretenido y muy divertido. 

A la mañana siguiente de una fiesta en el palacio de Windsor, uno de los invitados, Maksim Brodsky, un guapo pianista ruso aparece muerto, aparentemente asfixiado en una práctica erótica. Lo que parece un accidente pronto queda claro que es un homicidio.

La misma reina, afectada porque el hecho haya tenido lugar en su casa, toma pronto cartas en el asunto, sobre todo cuando ve que el servicio secreto y la policía se centran en una línea de investigación que afecta a la servidumbre de palacio y comienzan a interrogarlos intentando encontrar un agente encubierto del gobierno ruso. Como el pianista había sido crítico con Putin, dirigen sus pesquisas hacia el Kremblin.

La Queen, que acompañada de sus inseparables corgis, reconoce en persona la habitación donde han ocurrido los hechos y enseguida se da cuenta de que un nudo tan flojo no había podido ahogar a nadie y que tampoco hubiera aguantado el peso un armario tan poco resistente que formaba parte de las últimas habitaciones amuebladas sin mucho glamour por su esposo para invitados de menor renombre en una zona del palacio que antes servía poco menos que de trastero.

Isabel inicia una investigación paralela y, como no puede hacerlo abiertamente ni contradecir a los detectives, se apoya en Rozie Oshodi, una secretaria adjunta de ascendencia nigeriana, que lleva poco tiempo trabajando para ella y que, sobre unos tacones de vértigo, se entrega a la causa como si no hubiera un mañana, interrogando a quien no puede hacerlo la reina, concertando reuniones y haciendo llegar las pistas de la reina a quien puede hacerlas llegar a la policía y al MI5, hasta hacerles creer que son ellos quienes siguiendo chivatazos anónimos han averiguado la verdad hasta llegar al culpable, consiguiendo así la reina solucionar el caso y evitar la nefasta publicidad que le reportaría un asesinato no resuelto en Windsor. La policía se lleva los éxitos y ella, la verdadera detective, hace que su casa salga airosa del incidente.

El libro, como digo, es divertidísimo y plasma una imagen de la reina muy positiva, ya que, además de la trama en sí de la novela, conocemos la forma de ser de la reina, su sentido del humor, su pasión por los caballos, el amor por sus corgis, su perspicacia, el conocimiento de la forma de ser de su esposo y su familia, su habilidad para conquistar a todo el que tiene trato con ella, aunque se le acerque con todos los prejuicios del mundo por su edad y con la idea de que es un poco simple. Me ha gustado mucho y me ha recordado otro sobre la reina que leí ("Una lectora nada común"), que por cierto es de un autor con el mismo apellido que el de la autora de este, sin que sean familia, creo.
 
Parece ser que esta escritora no ha agotado las historias de detectives de la reina y que el es el primero de una serie sobre "Su Majestad, la reina investigadora", cuyos pasos seguiré de cerca.

"Killing Eve. Codename Villanelle", de Luke Jennings. 19/2021.

Imagino que mucha gente habrá seguido la serie, pero a mí sólo me sonaba el nombre, así que cuando vi el libro, pensé que mejor comenzar con la historia y luego, si me resultaba atractiva, seguir con la serie.

Ésta es la primera de una saga de tres novelas sobre una asesina a sueldo (o casi mejor falsa autónoma del asesinato, porque los objetivos siempre se los encarga la misma organización) y la agente del MI5 encargada de darle caza. O por lo menos en este primer volumen, que no termina para preparar el resto de la trilogía.

La asesina, cuyo nombre ruso original era Oxana Vorontsova, es una psicópata que, por no tenerlas, ha aprendido a fingir emociones y que, tras una truculenta infancia, fue "fichada" para recibir formación militar especializada para realizar labores digamos que "de limpieza" en pro de los intereses de quien le paga. Domina artes marciales, aguanta psicológicamente casi cualquier cosa, conoce y domina el uso de casi cualquier arma y sus dotes camaleónicas para cambiar su apariencia y fingir personalidades diferentes provocaría envidia a la Lisbeth Salander. Su nombre en clave es "Villanelle".

Villanelle es muy guapa, hace a pelo y a pluma en la cama, se mueve como pez en el agua en cualquier ambiente, desde el más sórdido al más sofisticado, y es capaz de seducir y atraer a su víctima desplegando su encanto para seguidamente quitarle la vida sin remordimiento alguno. Es tremendamente original en sus métodos de matar, actividad que realiza sin despeinarse, y pocas veces mata por venganza.

La otra parte del juego, Eve Polastri, es casi lo opuesto a Villanelle. De apariencia vulgar, acomplejada de su físico, aburrida en su trabajo en el MI5, donde no realiza trabajo de campo, con un marido aburrido de nacimiento... Tiene una vida tranquila y está un poco cansada de que en el servicio de inteligencia en el que trabaja no tengan muy en cuenta sus opiniones y propuestas.

En un momento dado, las vidas de estas dos mujeres se cruzan y comienza un peligroso juego de persecución mutua que en este libro solo vislumbramos dado que acaba cuando todavía se están conociendo y se ponen las bases de los que en los siguientes será la relación entre ambas.

Esta primera novela se centra sobre todo en los orígenes de Villanelle, en sus primeros años en Rusia, cuando todavía era Oxana Vorontsova, su reclutamiento y entrenamiento y sus primeros asesinatos, a la vez que conocemos la anodina vida de Eve, así como el despertar de su verdadera personalidad, bastante más peleona de lo que nos parece al principio.

Como en otras novelas de este tipo, el ritmo es frenético, el contacto con la realidad discutible y nos enredan de tal forma que llegamos a sentir con Villanelle una relación de amor/odio como con muchos malos del cine. Con Eve, pasa lo contrario, nos parece un poco pava y queremos que espabile, como con muchas víctimas en el cine, aunque luego parece hacernos caso y espabila. 

No se si seguiré con la saga por pasar el rato y desconectar. Después de leer el libro he visto el primer capítulo de la serie y hay diferencias. En principio, resulta más atractivo el libro, pero como en el primer capítulo ya se lo cepillan casi entero, no se cómo evolucionará la serie. Veré a ver.

lunes, enero 03, 2022

"La bestia", de Carmen Mola o del trío calavera (Agustín Martínez, Jorge Díaz y Antonio Mercero). El libro 18 de 2021.

No es que me siente mal que tres hombres firmen una novela con nombre de mujer. Ha habido muchas mujeres que tuvieron que firmar con un seudónimo masculino para poder publicar. Incluso algún hombre también publicó sus obras usando un nombre de mujer, como Yasmina Kadra, un autor argelino que me gusta mucho y cuyo verdadero nombre es Mohammed Moulessehoul, que comenzó firmando sus obras con ese nombre tan femenino para disimular y ocultar su identidad porque era militar y en sus obras criticaba al poder. 
Tampoco es que me moleste por no habérmelo esperado, que desde que comencé con la primera novela ya me rumiaba yo que algún hombre había participado activamente en su redacción, y ya en mi reseña de "La Red Púrpura" lo daba por seguro, avanzando incluso que me parecía "como si percibiera varios autores al alimón, un montaje de varios". 
Lo que verdaderamente me joroba es la operación de marketing que se han marcado con el Premio Planeta para vender más ejemplares. Así que, cuando salió la noticia, prometí no comprarme el libro, para que mis 21,75€ no engrosaran sus arcas. Y lo he cumplido. Que prometí que no lo iba a comprar, no que no me lo fuera a leer. 😜
Cuando oí lo del Planeta, pensé lo mismo que cuando se lo dieron a Lorenzo Silva, que vaya mier... de secreto si aparecían sus personajes estrella. Dije, cuando hayan leído "Elena Blanco", les han hecho los ojos chiribitas y han pensado "¡zas!, pelotazo de Carmen Mola y dinero para la saca del Grupo Planeta". Pero no, en la Bestia no sale la inspectora Elena Blanco, ni siquiera la acción tiene lugar en nuestro siglo XXI.
La trama se desarrolla en el Madrid de 1834, durante la epidemia de cólera que asoló Europa afectando también con fuerza a la capital, y el levantamiento anticlerical del 17 de julio de ese año, por haberse extendido el rumor de que los frailes envenenaban las fuentes y causaban la enfermedad, con la activa participación de alguna sociedad secreta que otra.
Con el telón de fondo de estos hechos históricos, y la inestimable ayuda de la Wikipedia, los autores de La Bestia tejen una historia rocambolesca y adictiva (como todo Mola) muy bien ambientada (casi percibimos el mal olor y la podredumbre de ese Madrid), con giros sorprendentes, con muertes de protagonistas en plan Juego de Tronos, que te quedas de pronto sin saber quién va a tomar las riendas, pero que siempre hay quien suceda al fallecido. 
Luchas, escapadas, traiciones, asesinatos, abusos, matanzas... que no falta nada, vamos, en medio de un Madrid amedrentado por el cólera. Y el desenlace, con culpable que no esperábamos hasta casi el final.
La historia, como todas las Molas, es truculenta. Comienza con la aparición del cadáver desmembrado de una niña, a la que suceden otras más. Un periodista, Diego Gómez, se interesa por la noticia y, ayudado por su amigo Donoso, un antiguo policía tuerto, comienza a investigar. El imaginario popular atribuía los crímenes a una bestia, La Bestia del título, pero el periodista sabe que ninguna bestia podría cometer esos asesinatos y busca al hombre u hombres que los cometen.
Paralelamente, Lucía, una niña pelirroja de un mísero poblado de chabolas, intenta conseguir comida para su hermana y la madre de ambas que se está muriendo de cólera. No duda en entrar en un prostíbulo en el que se subasta su virginidad y como Madrid todavía tenía muralla, se cuela por las alcantarillas y túneles para robar lo que puede en casas vacías. En una de ellas, con el cadáver de su habitante todavía allí, roba un valioso anillo con un símbolo de dos mazas cruzadas que nos vamos encontrando por todo el libro y que traerá a la pobre hija por la calle de la amargura y camino del cementerio a cada persona que tiene contacto con ella. Secuestran a su hermana y somos testigos de su estancia en las celdas donde espera seguir los pasos de otras niñas que han sido asesinadas.
El pueblo de Madrid está removido y, con limitaciones de movimiento y de número de personas que pueden reunirse (¿de qué me sonará?) se comienza a difundir el rumor de que los monjes son quienes envenenan el agua y organizan una revuelta en la que provocan la muerte de varios religiosos. Todo esto en medio de luchas políticas como consecuencia de una de las guerras carlistas, con sociedades secretas que buscan remedios para evitar el cólera a la vez que eliminar enemigos políticos, pícaros por las calles, suciedad, miseria...
En definitiva, un libro entretenido, con mucha acción, aunque los encuentros e interacciones entre los personajes son poco creíbles. Que vale que Madrid no tenía tantos habitantes como ahora, pero que los personajes coincidan cada dos por tres en los mismos sitios y avancen coordinadamente en una ciudad de 200.000 habitantes, no resulta verosímil. Pero, en fin, ¿qué verosimilitud tienen las obras de Carmen Mola?